Patrick Süskind
(1949)
“PROLOGO:
El autor alemán Patrick Süskind publicó su novela La paloma en 1987. La acción está ubicada en ParÃs, en la déÂcada de 1980. Su protagonista se llama Jonathan Noel y es un hombre de más de cincuenta años, que lleva una viÂda tranquila, exenta de sucesos importantes. Todos los sucesos importantes de su vida se sitúan en su infancia y juventud y han sido tan dolorosos, que Jonathan ha decidido evitar cualquier experiencia que pudiera resultarle peÂnosa. Abandonado por sus padres durante la guerra y por su mujer pocos meses después de casarse, opta por vivir solo en un diminuto departamento. Ya que no se puede confiar en los seres humanos, la solución es mantenerse alejado de ellos. Trabaja como vigilante en un banco y observa el mundo a una respetuosa distancia. Hasta que un dÃa, una inesperada presencia conmociona su vida.
La presencia inesperada de la paloma conmueve la tranquilidad de la vida de Jonathan. La paloma se presenta súbitamente en el umbral y produce aquello que ha querido evitar durante años: la sorpresa. Se trata de otro ser vivo que lo contempla con su ojo extraño, distinto, fantasmagórico.
Todas las defensas que Jonathan ha montado fracasan frente al ave. Huye, pero no puede impedir una confrontación diferente con su vida cotidiana.
Ahora es su propio ojo interior el que le permite observarse. Una misteriosa adrenalina, olvidada ya, reaparece en forma de invisible urticaria. Siente un cuerpo que arde. Este descubrimiento de su cuerpo le impide esÂcuchar la bocina de la limusina de Monsieur Roedles, la autoridad máxima del banco. No abre el portón. El episodio puede costarle, en su imaginación, su trabajo. Por esta razón, cuando contempla al mendigo durmiendo en el banco de la plaza, lo hace con una mirada distinta. Proyecta en su figura un posible futuro: se ve a sà mismo desocupado, emborrachándose y endeudánÂdose, convertido en un paria, un individuo exiliado de la sociedad.
De vuelta a su puesto de vigilancia, experimenta un odio injustificado por la humanidad. Quisiera matarlos a todos. Por primera vez, en muchos años se permite experimentar una emoción violenta, ilógica, destructiva. Aunque sólo sea como objeto de odio, los otros se hacen presentes. Cuando regresa al cuarto de hotel, es consciente por primera vez del silencio que reina a su alrededor. Jonathan, que ha vivido solo y en silencio, necesita que algo lo quiebre. Responde a su reclamo el rumor de la lluvia.